Deformidades de los dedos del pie

Las deformidades de los dedos del pie se presentan en todas las formas y tamaños, y la genética y el calzado influyen significativamente en cómo cambian de forma con el tiempo. Las deformidades de los dedos no solo afectan al dedo gordo, sino también a los dedos más pequeños, siendo el segundo dedo el más comúnmente afectado. Existen múltiples tipos de deformidades de los dedos del pie.

Tipos de deformidades de los dedos del pie

Dedos en garra : Se caracterizan por una apariencia similar a la de una garra. Esto ocurre cuando las articulaciones media y terminal del dedo se flexionan. Los dedos en garra solo se presentan en los dedos menores (es decir, del segundo dedo al meñique) y se asocian con mayor frecuencia a un tipo de pie con arco pronunciado. Sin embargo, las personas con pies sin arco pronunciado también pueden desarrollarlos.

Dedos en martillo : Se refiere a un dedo flexionado solo en la articulación media, con la punta del dedo en una posición normal. Al igual que con los dedos en garra, esta deformidad puede desarrollarse en cualquiera de los dedos menores.

Dedos en mazo : esto describe un dedo que está flexionado solo en la articulación del extremo, pero el resto del dedo permanece en una posición recta.

Dedos retraídos : Similar a un dedo en garra, esto ocurre cuando las articulaciones media y terminal del dedo se flexionan y la base del dedo (articulación metatarsofalángica) se extiende. La punta del dedo se levanta y ya no hace contacto con el suelo al estar de pie.

¿Qué causa las deformidades de los dedos del pie?

La mayoría de las deformidades de los dedos del pie son genéticas (es decir, heredadas de la familia). Sin embargo, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de deformidad o agravarla:

  • Calzado inadecuado : los zapatos demasiado pequeños o ajustados pueden provocar que los dedos de los pies se doblen temporalmente, lo que gradualmente se vuelve permanente con el tiempo.
  • Anatomía del pie (por ejemplo, pies planos o muy arqueados, deformidad por juanete, un segundo dedo largo).
  • Afecciones médicas , como por ejemplo artritis reumatoide y diabetes.

¿Las deformidades de los dedos del pie pueden causar problemas?

En muchos casos, puede notar que ha desarrollado una deformidad en un dedo del pie, pero no le causa dolor ni preocupación. Sin embargo, tener una deformidad en un dedo del pie puede aumentar el riesgo de desarrollar:

  • Lesiones cutáneas inducidas por presión, como callos o durezas. Suelen formarse gradualmente sobre cualquier articulación prominente o en la punta del dedo gordo del pie, al someterse a mayor presión con el calzado o al soportar peso.
  • Osteoartritis. La deformidad del dedo del pie puede volverse rígida y dolorosa, lo que indica cambios artríticos en la articulación.
  • Bursitis: una bolsa llena de líquido que se encuentra sobre la articulación puede enrojecerse e inflamarse si está sometida a demasiada presión o fricción debido a deformidades de los dedos, como dedos en garra, en martillo o retraídos.


Tener una deformidad en los dedos del pie puede afectar a las personas de diversas maneras. Por ejemplo, algunas personas pueden sentirse más cohibidas por el aspecto de sus pies o frustradas por no poder usar su calzado habitual con comodidad.

Las deformidades en los dedos pueden dificultar la búsqueda de calzado cómodo y que se ajuste bien. Esto se debe a que, a menudo, estas deformidades aumentan la profundidad del pie, lo que significa que se requiere calzado más ancho y profundo para adaptarse a estos cambios. Un calzado con una puntera más suave también puede ayudar a mantener los pies cómodos durante todo el día.

¿Se pueden tratar las deformidades de los dedos del pie?

Existen varias opciones de tratamiento en el hogar para las deformidades de los dedos del pie, como:

Hacer ✓

  • Use calzado más profundo con puntera blanda. Esto proporcionará suficiente espacio para la deformidad y reducirá la presión y la fricción.
  • Use protectores para los dedos, como los ZeroSole Toe Guards, para reducir la presión y la fricción en la articulación. Esto puede ayudar a controlar y prevenir callos y bursas inflamadas.
  • Estire y fortalezca los dedos de los pies. Si aún conserva cierta flexibilidad en las articulaciones afectadas, puede ser útil estirarlos regularmente (manteniéndolos rectos) y fortalecerlos (practicando recoger canicas o un trozo de papel con los dedos). Esto puede ayudar a prevenir que la deformidad empeore o se fije.

No X

  • No use zapatos ajustados ni demasiado pequeños. Esto aumentará la presión en las articulaciones prominentes y agravará la deformidad.

¿Es posible corregir las deformidades de los dedos del pie mediante cirugía?

Si el tratamiento conservador no logra controlar su afección, existen diversas opciones quirúrgicas para enderezar los dedos. Esto suele implicar la fractura de los dedos y la inserción de clavos temporales o permanentes para fijarlos en una posición recta, lo cual se realiza bajo anestesia para que no sienta dolor. Los riesgos generales incluyen infección, sensibilidad de la cicatriz, empeoramiento del dolor o recurrencia de la deformidad. El cirujano le explicará detalladamente las opciones quirúrgicas, sus riesgos y beneficios.

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