
tendinitis de Aquiles
¿Qué es la tendinitis de Aquiles?
La tendinitis aquílea es una lesión por sobreuso del tendón de Aquiles (el tendón grande que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón en la parte posterior del pie y el tobillo). El término tendinitis se refiere a la inflamación del tendón.
Existen 2 tipos de tendinitis de Aquiles que afectan diferentes zonas del tendón:
- Insercional (que afecta el punto donde el tendón de Aquiles se une al hueso del talón)
- No insercional (que afecta la porción media superior blanda del tendón de Aquiles)
¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis de Aquiles?
- Dolor en la parte posterior del talón al caminar o correr
- Dolor a lo largo del tendón al caminar o correr
- Dolor y rigidez a primera hora de la mañana.
- Dolor por presión (al tocarlo o moverlo)
- Hinchazón, enrojecimiento y calor en la parte posterior del talón o a lo largo del tendón.
- Dificultad para ponerse de puntillas
- Dificultad para mover el pie y el tobillo afectados
- Una sensación de crujido o chirrido al mover la articulación afectada

Tratamientos para la tendinitis aquílea
Hay varias medidas que puede tomar para controlar la tendinitis de Aquiles, como:
Hacer ✓
Descanse y eleve el talón cuando sea posible.
- Considere ajustar su rutina habitual de actividades y deportes a largo plazo para reducir el riesgo de que la lesión reaparezca.
- Reduzca la inflamación aplicando una compresa de hielo (envuelta en una toalla) sobre el talón y el tendón durante hasta 20 minutos cada 2 a 3 horas.
- Utilice un reposapiés o un mueble similar para mantener los pies en una posición cómoda cuando esté sentado durante períodos prolongados.
- Use calzado de apoyo que tenga un tacón leve, como una zapatilla deportiva para correr con mucha amortiguación y un contrafuerte suave en el talón (la parte posterior del calzado que se apoya contra la parte posterior del talón).
- Brinde mayor soporte a sus pies usando plantillas/órtesis de soporte que puedan ayudar a distribuir la presión de manera uniforme en todo el pie, como la gama ZeroSole Contour .
- Estira los músculos de la pantorrilla y fortalece el tendón de Aquiles: por ejemplo, manteniendo una zancada (manteniendo la posición mínima de 30 segundos) y realizando elevaciones de pantorrilla lentas y controladas. Esto también se puede hacer en el borde de un escalón o en el primer escalón para estirar el tendón de Aquiles, bajando los talones al bajarlos. Repite estos ejercicios de 2 a 3 veces al día.
- Use analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor general (consulte primero a su médico o consulte a su médico de cabecera antes de tomar medicamentos).
No X
- No continúe con actividades de alto impacto hasta que se haya recuperado completamente; intente nadar o andar en bicicleta (actividades de bajo impacto) en su lugar.
- No camine descalzo ni continúe usando calzado inadecuado, por ejemplo, zapatos muy planos y demasiado flexibles.

¿Qué causa la tendinitis de Aquiles?
Existen múltiples factores que pueden contribuir a la tendinitis de Aquiles:
- Lesiones por uso excesivo debido a deportes o al aumento de la actividad física
- La edad provoca desgaste degenerativo del tendón.
- Calzado deficiente, como aquellos que carecen de soporte y amortiguación.
- Postura del pie o mecánica alterada (la estructura de su pie y cómo funciona), como si tiene un tipo de pie muy plano o muy arqueado, o músculos de la pantorrilla tensos.
- Mantener el pie en una posición antinatural durante períodos prolongados, por ejemplo, como resultado de un apoyo inadecuado del pie en el escritorio del trabajo.
Consulte con su médico de cabecera o podólogo si continúa experimentando dolor o inflamación en el tendón de Aquiles después de seguir los pasos anteriores, o si su dolor es lo suficientemente intenso como para impedirle continuar con sus actividades cotidianas con normalidad.
Ruptura de Aquiles
Existe la posibilidad de que se haya roto el tendón de Aquiles si:
- Ha desarrollado dolor en el tendón de Aquiles después de una lesión aguda (que puede o no haber estado acompañada de un sonido de "chasquido" repentino).
- Tiene dificultad para caminar o tiene fuerza reducida en el tobillo.
Si no se trata, una rotura del tendón de Aquiles puede causar dolor o discapacidad considerable a largo plazo. Por lo tanto, si experimenta alguno de estos síntomas, es importante que acuda a su unidad local de traumatismos menores o al servicio de urgencias lo antes posible para asegurarse de recibir el tratamiento adecuado.